Crecimiento, desarrollo y flexibilidad, la triada clave para la evolución de lugares de trabajo con perspectiva de género.
En el mundo organizacional actual hay un acuerdo generalizado sobre la importancia de construir lugares de trabajo con diversidad, equidad e inclusión, tema donde la equidad de género es prioridad. Están más que probadas las ventajas de erradicar las brechas de género en la sociedad y en las organizaciones y, al preguntarnos cuáles son los factores principales para avanzar en ese camino, en el análisis de los datos de los Mejores Lugares para Trabajar® para Mujeres en Ecuador 2022, encontramos esta triada.
Desarrollo: Apostarle al talento
En los Mejores Lugares para Trabajar® en Ecuador las mujeres tienen una mejor percepción que los hombres sobre las oportunidades de capacitación que brinda la organización, aunque la diferencia es de apenas 2 puntos.
Es evidente que los grandes lugares de trabajo tienen un comportamiento destacado en la capacitación que brindan y en todos los aspectos del ambiente laboral, por eso han sido reconocidos, pero la brecha con respecto a las mujeres del mercado es significativa.
Crecimiento individual: La búsqueda de la meritocracia.
El posicionamiento de una cultura donde los logros son obtenidos por quienes más lo merecen, a través de unas políticas y prácticas en gestión de personas que son ampliamente conocidas, respetadas y aplicadas por todas las personas en la organización, no es tarea fácil, pero es un requisito no solo para que los colaboradores puedan crecer y confiar en la organización, sino para que funcionen realmente procesos claves como la gestión del desempeño.
Posicionar esa imagen de transparencia en la toma de decisiones sobre ascensos, traslados y promociones es aun un desafío para las empresas que son grandes lugares de trabajo, y en las organizaciones donde las mujeres tienen promedios de aceptación de 69, el camino será más largo.
Flexibilidad: la ficha clave del juego del bienestar.
Un asunto protagónico en la construcción de lugares de trabajo con equidad de género es la flexibilidad, algo que aún se considera tabú en muchas organizaciones del país, donde sus líderes se resisten a esta realidad global, a pesar de la dinámica que se generó a partir de la pandemia.
Para avanzar en la creación de condiciones de flexibilidad para las colaboradoras significa conocer su realidad, ser capaces de conversar con ellas con empatía y desarrollar esas políticas y prácticas que respondan a sus necesidades y expectativas. Lo cierto es que todas ellas: solteras sin hijos, solteras con hijos, solteras que viven con sus padres, casadas, divorciadas, con hijos lactantes, preescolares, escolares, entre otras particularidades, necesitan flexibilidad para maximizar su potencial.
Los datos muestran que las mujeres y los hombres de los grandes lugares de trabajo tienen una opinión similar respecto al interés de sus organizaciones porque ellos tengan equilibrio en su vida profesional y personal
En relación con la facilidad de los permisos para atender asuntos personales, los hombres tienen una mejor percepción.
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